Un amanecer triste. Frío.
Un día oscuro parece continuar la noche.
Un cielo nublado que esconde cualquier luz irradiada del sol.
Una mañana gris y un sentir vacío.

Ha habido otros días así, yo los recuerdo,
pero no eran iguales, no los podré recuperar,
no puedes aferrarte cuál Peter Pan a un pasado muerto,
no puedes revivirlo pues nunca será igual, tú ya has evolucionado.

Vagando sin cesar en un contínuo devenir
encuentras un espejo, ¿puedes mirarte sin apartar la vista?
¿puedes sentirte orgullosa de lo que representa?
¿a qué precio conseguiste tu paz interior si es que la hay?

Piensas en qué dejaste en el camino,
piensas si mereció la pena renunciar a ello,
piensas si merece la pena luchar por algo más,
piensas que quizás tú quedaste en el camino.

¿Dónde está tu sentir?
¿Dónde está tu dolor?
¿Dónde está tu alegría?
¿Dónde estás tú?

El frío te embarga tu persona hipotecada,
tu alma arruinada no puede recuperarte,
no hubo abales pues a nadie quisiste necesitar,
no hubo testigos, ni abogados, ni jueces, ni verdugos,
no hicieron falta, tú lo propiciaste.

La máquina en la que te has convertido
sigue echando de menos lo que siempre ansiaste.
La máquina sin capacidad de sentimientos
aun piensa en qué se sentiría teniendo .

Los circuitos artifician un vida insana,
los impulsos que te mueven son automáticos,
a veces, sólo a veces, reaccionas a un impulso externo,
mas es demasiado tarde porque ya no hay corazón.

La música me transporta a pensamientos estériles,
ella es mi verdugo y mi salvación,
el papel y el boli son mi maldición y liberación,
y tú, tú eres mi muerte.