Thursday, July 04, 2002

¿Quién se ha llevado mi queso?


Hay gente que ya ha sufrido de mi filosofía tántrica sobre la vida mirada desde el punto de vista de un liliputiense llamado "Haw". Todo viene de una parábola, fábula o cuento que lei recientemente. Contaré mi historia... a ver porque no podría tener yo la importancia como para que alguien me leyera? ;P


Érase una vez que se era... o mejor empiezo por .... Érase una vez en la vida de Erzsebet... no, creo que lo retocaré....
Érase una vez en un retazo de la vida de Erzsebet, una tarde en la que ni ella podía aguantarse. Intentaba serenarse pero los nervios podian con ella. Había visto 3 películas, reñido a su hermana, despotricado sobre un "puto" ordenador, y gritado a su tranquila madre y vociferado a alguien más. Cogió un cigarro, el penúltimo de una cajetilla de Lucky Strike, el mechero, apagó el móvil, las llaves de casa por si le daba por volver y dejó lo demás para evitar tentaciones de coger el coche porque en ese estado sabia que podría "buscar", como en otras ocasciones, un accidente.


Caminó por la vera del descuidado y hedoroso río de al lado de su casa fumando ese pitillo de manera ansiosa. Se dedicó a observar el transcurso del río y a racionalizar la sitiuación de porqué estaba así. Quería coger el móvil pero el número a marcar no se lo sabía. Quería desahogar toda su rabia y furia, pero decidió volver a casa pues no se encontraba a gusto habiendo dado esos chillidos. Volvió y casi se pone a llorar pero no cabía la autocompasión. Buscó un libro, sabía cual quería "¿Quién se ha llevado mi queso?". Se sentó fuera en el jardín y comenzó a leer con el ceño fruncido pero poco a poco la historia de dos liliputienses, Hem y Haw, y dos ratones, Escurridizo y Fisgón, la fue encantando de tal manera que el ceño se iba desfrunciendo y una sonrisa comenzaba a asomarse por su comisura. Esa sorisa acabó en una pequeña carcajada de sí misma. Había tenido un poco de cada uno de los personajes y se vio tan ridícula a veces como Hem quien no quería ver la realidad, que el queso se había acabado y había que buscar más.


-Un laberinto
-2 ratones
-2 liliputienses
-Despensas de queso por el Laberinto (tanto llenas como vacias)

Con eso montas una lección ante la vida de la que no te olvidas facilmente, porque depende de que personaje escojas para identificarte entiendas la parábola o no. ;) No os daré mi punto de vista... mañana escribiré las frases que a Haw le gustaba escribir.


Gute nacht mein lieber Leser

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