Mi alma está embriagada con tu sola presencia etérea,
mi corazón no hace más que suspirar ansias,
mi boca late en deseo y mis manos tiemblan,
mis ojos se cierran en ensoñaciones,
y mi piel te espera para erizarse.

Me dedico a imaginarte, a sentirte,
no estás ahí pero noto tu aliento,
noto tus manos abrasandome las caderas,
tu lengua recorriéndome,
y tu mirada haciendo que me sienta deseada.

Pienso en noches estrelladas,
y paseos debajo de la luna,
imagino tus dedos jugueteando con mi pelo,
un abrazo bajo la manta estelar,
y un "te quiero" mudo dicho con la mirada.

Pienso en amaneceres en tus brazos
vistos desde una colina,
esos colores me dejan extasiada,
esos brazos me hacen sentirme fuerte,
y esos labios posados en mi nuca lo son todo.

Me quedo embebida por esa voz nocturna,
esos suspiros y gemidos ansiados,
esas caricias o quizás arañazos anhelados,
ese olor que emana tu cuerpo,
y ese aliento en mi piel.

Te noto tan cerca, tanto como si estuvieras dentro,
quisiera sentarme en tus rodillas,
notar tu mirada que me escudriña,
verte ese labio mordido encendido en pasión,
acariciar tu rostro y dormirme en tu abrazo.

Me robas palabras dulces,
me secuestras la mente y los sentidos,
me arrebatas deseo y pudor,
te me llevas el corazón...
pero realmente todo es tuyo.