La lluvia resbala por mi cara adormecida,
mi mente atormentada no puede pensar más,
mi pesar está en letanía y lo extraño,
intento sumirme en él para poder expresarme,
los pensamientos me han abandonado,
mis deseos se han quedado atrás,
y tú ¿dónde has quedado tú?
Te busco dónde siempre has estado,
te busco sin descanso,
pero no te encuentro.
Te encuentro en un desván olvidado,
te encuentro y no sé qué decirte,
pensé tantas cosas... pensé y...
ahora que te veo no puedo hablar.
El miedo me atrapa y me hace su prisionera,
quizás me enamoré de un sueño,
o simplemente de una idea...
¿no estás a la altura?
o... no lo estoy yo.
Tantas veces me frené un "te quiero"
y tantas veces me lo oiste en silencio,
las palabras nunca dichas y siempre oidas,
¿dónde estas? quiero acariciar tu mejilla,
quiero sentirte, quiero hacer esas cosas que soñé,
no quiero faltar a mi palabra...
Me obligo a quererte puesto que no te odio,
me obligo y no siento,
¿qué es lo que ha cambiado?
¿es posible que ya no sienta jamás?
Mi corazón hastiado invoca tu nombre febrilmente,
mi corazón roto te busca entre sus ansias,
te busca pero... ¿dónde estás?
Quizás ambos pretendíamos una ilusión,
quizás ambos no sintamos nada...
pero ¿por qué te busco?
Me faltas, me faltas en mi recuerdo,
quizás mi mente perturbada quiera retenerte,
quizás mi enfermedad te quiera a mi lado.
Quizás quiera ser cual perro del hortelano.
Quizás esté cansada de tu huída,
y las dudas hayan cogido las riendas.
Necesito encarecidamente saborear tus labios
para que éstos me den respuestas,
quizás si los saboreo te deje atrás,
quizás cuando te tenga ya no te quiera,
quizás te hayas convertido en una meta a alcanzar,
quizás ya no disfrute del premio,
quizás solo se haya quedado en monotonía,
quizás no sepa otra cosa qué hacer,
quizás ya no te quiera,
quizás no sé lo que es querer...
No comments:
Post a Comment