SomeTimes

A veces me siento sola, tanto que mis gritos mudos se propagan en vacío... A veces me siento maldita... A veces me siento muerta en vida. Otras veces me siento soberana de un reino lleno de cadáveres, y otras simplemente me siento un títere de quien ose coger los hilos que tan atractivamente penden de nada, sin dueño, sin quien los maneje gritando en silencio "Cógeme". Otras me siento superior a éstos mortales, desligándome de la realidad, creyéndome levitar por encima de sus cabezas. En otras ocasiones asustadiza me hallo en un rincón oscuro... huyendo de la gente, de la luz, de las palabras, de cualquier cosa que me pueda dañar. Y otras ocasiones proclamo a los cuatro vientos mi felicidad (absurda), me emociono sin motivos (reales), albergo esperanzas (muertas), predico palabras (sin ejemplo), vivo un ensueño (irreal), y despierto en la realidad (melancólica) que me hace sonreir (aunque por dentro me desgarre). A veces no entiendo el miedo a vivir que tienen las personas, el por qué ellas mismas son sus trabas, por qué no ven más allá de sus narices, por qué al color rojo le llaman negro... o preguntan ¿qué color? como si no se percataran de lo obvio. ¿De color blanco y sale de la vaca? y ves caras espectantes sin respuesta en sus mentes, aunque también te encuentras gente que te dice "¿A dónde vas? Manzanas traigo". Otras veces no entiendo por qué ese conformismo, esa sumisión ante todas las cosas, "lo que ha de ser será" pero por favor!!!!! en la inanición no hay nada que ser!!!!!! y aún luego me llaman pasiva... ironías de la vida... qué le vamos a hacer... "lo que tenga que ser será" (léase sarcasmo rozando casi lo sardónico). Cómo se pueden quedar tan tranquilos abandonando su vida a la suerte de unas permutaciones matemáticas randómicas(sí, me invento palabras) y sujetas a los avatares del destino?!?!?! Esa libertad que no queréis perder... esa FALSA libertad que creeis poseer... renegais de ella en el momento que confiais plenamente en el destino tanto que sin hacer nada os van a venir a buscar las oportunidades a "casa". El tren pasa señores... a veces pasa varias veces... pero no es lo habitual. ¿Quieres perderlo tú también? Pues haz lo que siempre haces... oídos sordos a las llamadas a los viajeros. Yo desde este vagón, quizás solitario, te diré adios con la mano, aunque seas tan ciego de no verlo.