Friday, November 07, 2003

Una despedida

Aquí estoy, quien lo imaginara,
atisbando un vacío que no previne,
las lágrimas acuden a mis manos,
en forma de lo que ves...
palabras que ya de nada valen.

Recuerdo las conversaciones que tuvimos,
también recuerdo cómo después
comentaba con otros mi antipatía,
tu persona fue diana de mi lengua afilada,
me crecía pues me permitías el azote de mi sarcasmo.

Huía de tu presencia, sí ahora te lo digo,
escapaba de tu conversación abrumante,
mas aguantaba cuando algo conseguía de ti,
pero ni los medios puse cuando me hiciste un gran regalo,
que por mis excusas enviaste por otras manos.

Más tarde, una noche que me marcó, te acercaste a mí,
con tu ayuda después de una operación muy grave,
despreocupadamente pregunté con sorna,
con una verdad pura sin revestir contestaste,
creí que fuera una broma macabra.

Después de varios intentos por evadirme de la realidad,
confirmaste que tu dolencia era seria,
yo le quité importancia,
no obstante aproveché tu vaga ausencia para eludirte,
fuiste consciente... pero no me lo tuviste en cuenta.

Unos días después nos volvimos a encontrar,
fuiste burla compartida de mi negro carácter,
aún ahí seguías... aún ahí aguantabas,
quizás no fuiste consciente del todo pero ahora,
ahora mis acciones se vuelven contra mí...

Ese día me pediste una forma de contacto,
te creí un pesado y entonces no te di la directa,
mediante ese medio tan frío y plano...
fui reconociendo mi error...
fui conociéndote a ti...

Me comentabas tus altos y bajos de la dolencia,
no le daba importancia,
era muy optimista contigo,
tú lo vivías con un humor que quizás escondía,
quizás escondía palabras...

Te eché de menos una larga temporada,
hasta en mis sueños entrabas,
incluso te comenté de ir a verte,
siempre te surgía algo que te impedía contestar,
ahora creo que no querías verme.

En estos pocos ratos que he pensado en ti,
he pensado que quizás eras consciente,
que quizás no querías que te recordase así,
las lágrimas me ahogan ahora,
al leer el ADIOS que no quise leer todo ese tiempo.

Te lo habían extirpado, estabas limpio,
sufrías las consecuencias de la quimio,
ya sabes que yo hubiera matado si eso te hubiera aliviado,
pero ya me hacías volver a la realidad,
a la realidad de que me abandonabas por él.

Yo hacía planes contigo, para animarte,
seguro que para animarme a mí mas bien,
para acallar mi conciencia...
no me sacabas de mi erróneo planteamiento
pero ya me decías que no había futuro para ti... sólo presente

Perdóname estés dónde estés,
quise rectificar pero se preludiaba,
se preludiaba que era ya tarde...
sólo me queda el consuelo de pensar
que vieras que mi amistad final fue sincera... que no suficiente...
pues aun no me perdono ni siquiera saber tu nombre...

Odio tu raptor, y su daño corrosivo,
no te dio descanso sino mas bien sufrimiento,
ese asesino que no es peor que yo,
ese asesino con nombre, con fama,
ese ladrón de vidas truncadas llamado CANCER...

No comments:

Post a Comment