Saturday, September 14, 2002
Las cosas terminan siendo muy curiosas, no te llevas bañador a una isla calurosa para no tentarte a bañarte pero al final terminas mareada de calor, yendo a comprar un bañador. El caso es que los bañadores, siguiendo la ley de Murphy, eran todos de vieja... y muriendo al palo tuvimos que comprar un bikini. Luego la noche confunde y ya digo si confunde a unos mas que a otros, pero eso es algo que no voy a relatar. Hablar ahora sería nefasto.
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